En los últimos 40 años, uno de los desarrollos más significativos en la política estadounidense ha sido el auge del partidismo negativo. Este fenómeno se caracteriza por una alineación de los votantes en contra de un partido más que por la afiliación con el otro. A pesar de su capacidad para remodelar los patrones de comportamiento político, poco se sabe sobre las microfundaciones que impulsan este fenómeno. En este artículo, se demuestra cómo la creciente división racial entre los dos partidos principales y la presencia de medios de comunicación afines a los partidos han llevado al aumento del partidismo negativo.
Divisiones Raciales y Mediáticas
La creciente división racial entre los partidos Republicano y Demócrata ha sido un factor clave en el ascenso del partidismo negativo. Desde la década de 1970, los esfuerzos republicanos por atraer a los demócratas blancos conservadores racialmente han transformado el paisaje político. Este cambio ha resultado en un aumento significativo del resentimiento racial entre los votantes republicanos blancos. Los datos muestran que la proporción de votantes blancos con altos niveles de resentimiento racial aumentó del 42% al 51% entre las eras de Reagan-Bush y Obama.
Paralelamente, la polarización mediática ha intensificado estas divisiones. La proliferación de canales de noticias ideológicamente inclinados ha permitido a los partidarios consumir noticias que refuerzan sus identidades partidistas, perpetuando el odio hacia el partido contrario.
Impacto en el Comportamiento Electoral
El partidismo negativo ha llevado a un aumento notable en la lealtad partidista y la votación en línea recta. En las últimas décadas, el porcentaje de votantes que dividen su voto entre diferentes partidos ha disminuido drásticamente. En 2016, casi el 90% de los partidarios votaron consistentemente por los candidatos de su propio partido a todos los niveles electorales.
Consecuencias para la Gobernanza
La naturaleza antagonista del partidismo negativo ha remodelado el proceso legislativo en Washington, fomentando una postura de líneas duras entre los elites políticas. Además, la prevalencia del partidismo negativo ha hecho que las identidades partidistas sean más salientes, aumentando la desconfianza de los ciudadanos en sus instituciones de gobierno.
Personalidad y Partidismo Negativo
Estudios recientes han demostrado que ciertos rasgos de personalidad, como la estabilidad emocional y la amabilidad, están asociados con una menor probabilidad de ser un partidario negativo. Estos hallazgos sugieren que las raíces psicológicas del partidismo negativo son profundas y, a menos que se produzcan cambios drásticos a nivel individual y estructural, es probable que persistan.
Conclusión
El aumento del partidismo negativo en Estados Unidos plantea desafíos significativos para la gobernanza y la representación democrática. Si bien puede aumentar la participación y la conciencia política, también puede llevar a consecuencias negativas, como la parálisis legislativa y la erosión de la confianza en el gobierno. Comprender las causas y consecuencias de este fenómeno es crucial para mitigar su impacto y mejorar la salud de la democracia estadounidense.
Comments